Introduccion al arte y la mecatrónica.
Antes de empezar a hablar del arte y la mecatrónica, primero, ¿Qué es la ingeniería en mecatrónica?
La ingeniería en mecatrónica, o simplemente, mecatrónica, es una rama multidisciplinaria de la ingeniería dedicada al diseño unificado de sistemas mecánicos y eléctricos, con el uso combinado de la robótica y la ingeniería eléctrica, informática, de telecomunicaciones, de sistemas, de control y de producto. La mecatrónica engloba así el desarrollo de productos que involucren un sistema de control para productos o procesos inteligentes, lo cual busca crear maquinaria más compleja para facilitar las actividades del ser humano a través de procesos electrónicos de la industria mecánica, principalmente. Esta disciplina une la ingeniería mecánica, ingeniería electrónica, ingeniería de control, e ingeniería en computación. Debido a que combina varias ingenieras en una sola, su punto fuerte es la versatilidad.
Como hemos visto, la mecatrónica abarca disciplinas muy amplias y complejas, puede decirse que tiene muchos campos de aplicación. De hecho, la mecatrónica pretende ser esa disciplina o ingeniera en la que los productos se fabriquen teniendo en cuenta todas las ingenierías y no estando separadas, como se hace tradicionalmente. Su punto fuerte es la versatilidad para crear mejores productos, procesos y sistemas. La mecatrónica no es un concepto nuevo o una ingeniería nueva, sino la síntesis de ciertas áreas de ingeniera.
Su principal objetivo es cubrir ciertas necesidades como:
Automatizar las maquinarias: Así se consigue que sea ágil, productiva y fiable
Creación de productos inteligentes, que sobre todo, responden a las necesidades del set humano
Armonizar los componentes mecánicos y electrónicas (hasta ahora la mecánica y la electrónica no manejaban los mismos términos, lo que dificultada los procesos de fabricación o reparación de diferentes equipos).
Como hemos visto, la mecatrónica abarca diversos conocimientos de otras ingenierías y las plasma en un invento, en una creación inteligente o en una automatización. Y, cualquier invento, cualquier creación, se considera como arte.
Es decir. Vamos a poner como ejemplo el invento de la primer computadora, como recordaremos era un cuadrado muy robusto, lento y con poca definición y utilidad, sin embargo, al pasar de los años la tecnología fue evolucionando y así consigo también dicha computadora, no solo evoluciono en mejoras tecnológicas, sino que también en su arte, como por ejemplo nuevas interfaces, nuevas formas en el monitor y pc, hasta algunos componentes que generan una luz led para mayor estética.
Y así, como en las computadoras, todo va evolucionando con su respectivo tiempo y la mecatrónica tiene influencia en ello, y, a medida que avanza la tecnología con la mecatrónica, así también avanza su arte.
Vamos a basarnos un poco en algunos años anteriores, para ser más específicos, en la época en la que vivía el famoso Nicola Tesla.
Él como muchos, era un apasionado de la electricidad con su relación con en la mecánica. Esa pasión que el tenia lo llevo a crear una herramienta muy útil que hasta en estos tiempos se sigue utilizando, y seguramente sea utilizable por muchos años más, llamada corriente alterna.
Tesla utilizó su conocimiento y ensamblaba cada parte mecánica formando un arte que le diese como resultado la C.A.
Y si nos basamos en dicho pasado veremos que a ciertas personas tal vez les parecía una locura si les decían que en el futuro habría maquinas que con tan solo presionar un botón te construya alguna pieza de alguna herramienta o que a través de ciertos códigos podes modificar los movimientos de la máquina. Sin embargo a medida que los años transcurrían la tecnología iba avanzando y lo que antes parecía imposible iba siendo posible, y lo que antes llevaba demasiado tiempo (gracias al arte de la programación y el arte de la creación de una máquina que funcione en conjunto con dicho código de programación) ahora se llevaba a cabo en un lapso de tiempo mucho menor.
Nosotros también podemos pensar que algunas cosas sean imposibles de crear o fabricar, pero, ¿Quién sabe? Tal vez en un futuro halla nuevos inventos con su respectivo arte, tan solo imagínate las infinitas posibilidades de crear, recrear o mejorar algo, que con tan solo algo de ingenio, conocimiento y arte pueden llevarse a cabo.
¿Qué es la mecatrónica?: https://es.wikipedia.org/wiki/Ingenier%C3%ADa_mecatr%C3%B3nica
Las impresoras 3D y el arte
Una impresora 3D es una máquina con la capacidad de replicar cuerpos tridimensionales a partir de cierta cantidad de algún material variable.
Este objeto aporta mucho a diversos sectores, pero nos centraremos en sus aplicaciones relacionadas al arte, como lo son la escultura y la moda.
La impresión en tres dimensiones aporta mucho al sector de la moda, y su uso creció en los últimos años, ya que aumenta las posibilidades al momento de crear ropa nueva, porque permite hacer prendas con diseños más complejos, innovadores y excéntricos, a diferencia de lo que permite la manera tradicional.
Al momento de confeccionar prendas con impresiones 3D, el camino se divide en dos partes, por un lado, la impresión de prendas rígidas, y por otro la de prendas flexibles. Las primeras son geométricas, detalladas y extravagantes, además de que no son prendas cómodas para el uso cotidiano. Las segundas están hechas generalmente de materiales como Filaflex, ya que gracias a su elasticidad puede ajustarse a los movimientos del cuerpo.
En el rubro de la escultura, se ha realizado un “clon” de la escultura “David”, del artista italiano del renacimiento, Miguel Ángel. La réplica será enviada a Dubai a finales de abril de 2021. Dicha obra consta de 5 piezas, con una altura de 5 metros y 14 centímetros, que fueron hechas con resina e impresoras 3D, luego de esto, se la recubrió con una capa de 2 centímetros de polvo de mármol, finalmente se unieron todas sus partes, dando como resultado una escultura de 400 kilogramos, casi diez veces menos que el peso del David original.
La escultura será parte del pabellón italiano en la Expo de Dubai, que será celebrada desde el 1 de octubre hasta marzo de 2022.
Otro ejemplo de la aplicación del uso de Impresoras 3D en este ámbito son las esculturas de 4 leones azules ubicadas en la entrada al estadio de fútbol del club francés Olympique de Lyon. Estas obras miden aproximadamente 4.5 metros de altura y pesan cerca de 1500 kg cada una de ellas.
Una start-up francesa llamada Drawn , es la creadora de estas esculturas, de colores azul, rojo, blanco y dorado, recordando los colores y emblemas del club francés. Cada escultura necesita cerca de 500 horas para terminar de imprimirse en 88 partes diferentes, esto quiere decir que cada una conlleva una producción durante veinte días sin parar y en un total de 600 horas incluyendo el acabado final.
Otro ámbito para destacar es la impresión de sonidos en 3 dimensiones, rubro en el que se destaca el artista francés Gilles Azzaro, quien se dedica a esculpir sonidos de forma tridimensional, dichas esculturas son interactivas, ya que un sensor de movimiento activa el sistema y un rayo láser escanea la grabación 3D, luego de esto, revela el mensaje original. Algunas de sus obras destacadas son: la impresión 3D de un discurso de Obama, obra que llevó más de 350 horas de trabajo, y la creación y comercialización de un colgante en noviembre de 2015 cuyo mensaje es “Love is the answer”.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los avances más importantes de la humanidad en los últimos tiempos. Sin embargo, en la actualidad este tipo de inteligencia supone la base de miles de proyectos, desempeñándose como una herramienta para desarrollar y llegar a cumplir con las exigencias y objetivos que se propone la humanidad..
Hoy en día no es de sorprender que la tecnología avanza más rápido que nunca, con la implementación de nuevas áreas dedicadas específicamente al desarrollo de algoritmos, que algunos llegan a ser tan avanzados que pueden superar las habilidades de un humano promedio. Uno de esos casos, es el de Dall-E.
Creado por la empresa Open AI, de origen estadounidense y cofundada por Elon Musk en el año 2015 y desarrollado en colaboración con Microsoft, una de las mayores empresas de software en el mundo, Dall E consiste en una red neuronal que crea y diseña imágenes, insertando textos asociados con diferentes conceptos o ideas visuales “ideadas” por la misma inteligencia artificial.
Dall-E posee como base el algoritmo de GPT-3 que tiene como objetivo recopilar información e interpretar patrones de escritura para así "aprender" a formular nuevos textos a partir de su base de datos. La idea central sobre este modelo de aprendizaje se basa en que la Inteligencia Artificial “explore” mediante ejemplos de la vida cotidiana, dándole acceso a la mayor base de datos del mundo: el internet. Haciendo esto, puede desarrollar su tarea de recopilar información a una escala mucho mayor y, permitiéndole a los ingenieros involucrados en el proyecto la posibilidad de extraer la mayor cantidad de información posible.
Gracias a esa enorme variedad de datos se pudo llegar a simular diversos estilos de escritura, con un muy buen nivel de coherencia, haciéndolo capaz de redactar textos diferentes entre sí, con solo darle un mínimo elemento guía, como podría ser una breve frase.
Al integrar el GPT-3 a Dall-E, permitió que el algoritmo pudiese entender mediante palabras de uso cotidiano una consigna o petición, y una vez que la inteligencia artificial haya interpretado la misma poder elaborar una imagen con ello, deconstruyendo el lenguaje e intentando relacionar con los elementos de su base de datos, para así poder sintetizar un objeto nuevo con características lo más cercanas posible según lo planificado y/o programado por el usuario.
Pero el proceso de desarrollo de esta inteligencia artificial no fue fácil, ya que el hecho de programar desde cero a una IA para que pudiese desarrollar la labor de recopilar suficiente información como para satisfacer todas las posibles peticiones de los usuarios es extremadamente complejo. A su vez, el hecho de que Dall-E tenga el acceso a internet representa también una desventaja: la presencia de información falsa o errónea que abunda por la web puede llegar a confundir o dificultar el proceso de aprendizaje de la IA y un daño a su algoritmo, lo que a la larga produciría una entrega de datos erróneos, lo que representaría un gran problema para el proyecto.
Afortunadamente, los ingenieros y programadores involucrados en el desarrollo del proyecto de Dall-E han desarrollado un mecanismo de “defensa” del algoritmo de la IA para evitar o reducir la posibilidad de recopilar datos incorrectos, incorporando Redes Generativas Adversariales, que son redes neuronales capaces de filtrar e intentar agrupar la información entrante de manera correcta.
Todos estos avances hacen que muchas personas, y hasta las mismas personas involucradas en el campo de la robótica y del desarrollo de diversas inteligencias artificiales de todo el mundo, se pregunten y planteen la cuestión acerca de que si en algún momento las Inteligencias Artificiales llegasen a ser iguales o incluso mejores desempeñándose en un lugar que siempre ha sido dominado por los humanos
La capacidad de crear, imaginar e interpretar de manera artística son unas de las características distintivas de los seres humanos, sin embargo, el avance de esta rama de la robótica es cada vez mayor, más exitosa y rápida; lo que permite concluir que, en un momento, no muy lejano, las inteligencias artificiales también podrán ser tan creativas, o incluso más, y compitiendo contra el humano en una de sus áreas más fortalecidas y distintivas: el arte.
¿Será favorable? ¿Será desfavorable? Será cuestión de tiempo y del grado de desarrollo de las inteligencias artificiales para conocer la respuesta de estas preguntas. Mientras tanto, el arte no se creará ni se destruirá: seguirá transformándose.
La inteligencia artificial: ¿una nueva corriente artística?
Que la inteligencia artificial haya avanzado de una forma veloz no supone una novedad; sin embargo, el hecho de que haya alcanzado a realizar tareas impensadas por el ser humano es algo que no estaba en los planes de los primeros programadores. Remitiéndonos a finales de la década del '30, se creó el primer robot "humanoide", una estructura de aluminio de dos brazos que simulaba ser una persona que movía los brazos. Tal vez sin darse cuenta, quienes crearon dicho robot iniciaron una era totalmente nueva y desconocida que marcaría un antes y un después en la forma de trabajo y de pensamiento en las personas.
En la actualidad, un robot es capaz de realizar tareas totalmente distintas a las que se pudo haber pensado hace alrededor de 90 años atrás: desde bailar, tocar instrumentos musicales, realizar pinturas o interactuar con humanos y otros robots. Es por eso que surge una cuestión en el rol que procedió a desempeñar la inteligencia artificial en la actualidad, lo que supone una sensación de incertidumbre en la sociedad. ¿Un robot haciendo arte?, si se hubiera planteado esta cuestión 50 años atrás, seguramente hubiera sido causa de muchas risas y delirios.
Sin embargo, el tiempo avanzó, el ser humano aprendió, descubrió y experimentó, y los ingenieros han tomado un rol muy importante respecto a las innovaciones en materia de robótica. Tanto ha avanzado que hoy en día el hecho de que se plantee que un robot pueda ser programado para cantar, bailar o pintar no es algo inalcanzable: sino más bien, supone algo que ya está presente entre nosotros y que evoluciona constantemente, producto de la ambición y creatividad del ser humano, características de nuestra especie.
Pero si un robot es capaz de bailar, pintar o cantar, o, en otras palabras, de realizar arte: ¿puede un robot ser un artista?. Nuestra primera respuesta tiende a ser un no rotundo, ya que el arte es producto de la expresión del ser humano, provenientes de su percepción o razonamiento, argumentando que un robot no es un ser racional y que por lo tanto no posee sentimientos. Si bien no es errónea nuestra respuesta, es una respuesta desactualizada.
Hoy en día, un robot es capaz de interpretar su entorno y plasmarlo en un dibujo: uno de esos casos es de la "robot artista" Ai Da, la primera artista "ultra realista" del mundo, desarrollada por los ingenieros de Engineered Arts de Reino Unido. "Ai Da" fue diseñada para que actúe como una artista, siendo capaz de reconocer por sí misma los gestos faciales, y a través de su percepción visual mediante sensores inteligentes, retratar la cara de la persona que se encuentre en frente a ella, y, por si fuera poco, pudiendo interactuar con el público a medida que desempeña sus tareas.
Una vez leído el caso de Ai Da, ¿todavía existen dudas acerca si un robot puede o no desempeñarse como una artista?. La respuesta en la actualidad es simple, y es afirmativa. Hoy en día, diversos equipos de ingeniería junto a programadores a lo largo de todo el mundo y de diversas culturas han sido capaces de desarrollar robots lo suficientemente inteligentes como para que puedan desempeñar las funciones que realiza un artista a la hora de llevar a cabo una pintura, al bailar, al tocar algún instrumento u otra actividad artística.
Pero la gran cuestión, natural, por cierto, surge cuando el ser humano se plantea lo siguiente: si la inteligencia artificial puede ser un artista, ¿cómo se desempeña respecto a un artista humano? ¿Puede la inteligencia artificial realizar una tarea mejor que un artista humano? ¿será la inteligencia artificial capaz de superar la inteligencia humana y su capacidad creativa e inventiva? ¿qué efectos traerá la incorporación de inteligencia artificial a las corrientes artísticas de la actualidad? ¿creará una nueva?
Parecieran ser preguntas sin una única respuesta, o bien, sin una respuesta concisa; uno de los motivos podría ser la incertidumbre, acerca de cuándo llegaría el momento en el que los programadores y los ingenieros puedan llegar a lograr tal avance y perfeccionar sus proyectos de inteligencia artificial. Seguramente ni los propios programadores e ingenieros tengan dicha respuesta; pero hay que remitirse a las experiencias del pasado para formular una respuesta: en un futuro no muy lejano.
Entrevista escrita a Julián Itzcovich
S.- Hola, buen día. Estamos con el ingeniero eléctrico Julián Itzcovich . Buenas tardes, Julián.
J.- Hola Santiago.
S.- Vamos con la primera pregunta: ¿Crees que podría la inteligencia artificial y los robots convertirse en los artistas del futuro?.
J.- Sí, claro que sí, con el avance que va a suceder dentro de un par de años esto podría suceder. El tema es que sería un arte totalmente diferente al que conocemos.
S.- ¿Podría ser que la inteligencia artificial se encargue de marcar una nueva era en el arte?.
J.- Si, es complicado… Pero puede ser que dentro de 10 años marque un antes y un después, aunque lo veo muy difícil.
S.- ¿Podría ser que el arte creado por inteligencia artificial sea comparado por el arte que hace el ser humano?.
J.- No, para nada, para mí sería un arte nuevo, un arte inteligente a partir de sentimientos y emociones artificiales, por lo tanto, sería un arte artificial.
S.- ¿Podría un robot ser creativo como es un ser humano?.
J.- Creo que lo tendría que aprender desde cero, no veo posible que salga del propio robot, si no que el ser humano tiene que enseñarle esa creatividad. Por lo tanto, esa creatividad sería derivada del ser humano.
S.- ¿Puede el avance de la inteligencia artificial ser el encargado de cambiar el arte como lo vemos hoy en día?.
J.- Sí, por supuesto, un arte paralelo dividido en ramas. Este sería arte artificial.
S.- ¿Podría un lenguaje de programación suponer un punto de partida para el desarrollo creativo de una inteligencia artificial?.
J.- Si, obvio, es lo que sería una de las respuestas anteriores, que el ser humano plasme su creatividad en el código para que empiece a aprender esa inteligencia artificial o el robot con la creatividad humana como base.
S.- Con esto terminamos. Muchas gracias por tu tiempo Julián.
J.- De nada, ¡Hasta luego!.
Humanos, robots, y arte.
Ya es sabido por muchos que la tecnología avanza a gran velocidad en estos últimos años, y que en muchos lugares es normal ver algún tipo de robot realizando algún tipo de acción que antes era hecha por humanos. Probablemente esto se vuelva cada vez más masivo conforme transcurra el tiempo, desde una aspiradora automática hasta un robot camarero.
Hasta ahora solo he dicho algunas acciones que pueden ser realizadas por un robot, más todavía no se nombró a la inteligencia artificial, una parte muy importante de este rubro. Pero primero es importante aclarar ¿qué es la inteligencia artificial? La inteligencia artificial, como se puede intuir por su nombre, es la inteligencia de las máquinas, a partir de sus componentes como softwares y procesadores, que podrían compararse con el cerebro humano, esto les otorga a las máquinas algunas características como el auto aprendizaje, de forma que puedan llevar a cabo acciones como las que podría hacer un humano.
Esto lleva a plantearse si los robots pudiesen reemplazar a los humanos en algún momento. Personalmente creo que esto depende del ámbito del que se hable, por ejemplo, un robot que ensamble o corte piezas es muy probable que termine reemplazando a un humano, debido a que la máquina es más precisa, efectiva y veloz, pero ahora pensemos en el arte y sus distintas formas como la música, el cine, la pintura, etc. Existen robots que pueden realizar copias de obras de arte o que pueden tocar piezas musicales a partir de una programación, pero estos robots están sujetos a que les digan lo que deben hacer o copiar, pero no hay robots que tengan una autonomía al 100% desde que son creados, por lo que es difícil imaginar un robot con el genio de personas tales como Mozart, Vivaldi, o Freddie Mercury si nos acercamos un poco al presente. Ahora supongamos que se crea un robot completamente autónomo ¿podría este ser espontáneo e improvisar cosas en el momento? ¿Podría tener errores con los que darle color a su arte? Son preguntas difíciles de responder, pero procederé a argumentar mi respuesta.
No creo que los robots puedan reemplazar a los humanos en el arte, sino que más bien los humanos podrían trabajar en conjunto con robots para intentar mejorar el arte, porque si el arte fuera puramente hechas por robots probablemente se vuelva aburrida por el simple hecho de ser siempre perfecta. No habría obras como Bohemian Rhapsody, tampoco interpretaciones en vivo memorables, ya que el robot no se podría equivocar, improvisar, o hacer algo distinto durante la canción. Podrán hacer retratos o esculturas perfectas de otras personas, pero no realizar dibujos surrealistas de alguien. Así se podría seguir pensando en muchos otros ejemplos, pero continuo, ¿Cómo podrían trabajar juntos los robots y los humanos? Usando a los robots para facilitar cosas como, por ejemplo, hacer que toque parte de una canción y grabarla, así se minimizaría el tiempo y no habría que esperar a que el músico humano toque lo mismo de forma perfecta, además este músico podría tocarla en una interpretación en vivo. De esta forma se trabajaría en conjunto, ahorrando tiempo y energía, para grabar una canción, por ejemplo.
Los robots terminarán formando parte de nuestro día a día, pero aun así siento que hay cosas en las que no podrán reemplazar a los humanos, como por ejemplo en el arte, o quizás sí, todo depende del tiempo y el desarrollo tecnológico.
Gerónimo Spiazzi.
Comentarios